¿Han dejado de ser importantes los medios de comunicación convencionales? ¿Siguen marcando la agenda?
Nunca en la historia un ciudadano cualquiera había tenido la capacidad de difusión de un mensaje que tiene actualmente. Cualquier tema que una persona ponga sobre la mesa tiene la capacidad real de llegar a millones de personas -en realidad a cualquier en el mundo con conexión a internet- Una capacidad tecnológica que antes, hasta hace unos años, únicamente tenían los medios tradicionales.
Sin embargo, pronto surgió la posibilidad de que los ciudadanos generasen agendas paralelas a las que establecían los medios, creándose así las bases de las actuales redes sociales: fueron los foros, que al más puro estilo griego, reunían a cientos -incluso miles de personas- que querían hablar, debatir o exponer cualquier tipo de idea, reflexión o cuestión que, en la mayoría de los casos, no estaba en la agenda de los grandes medios. El éxito de estas plataformas daría pie a los actuales Facebook o Twitter, que han revolucionado la forma de concebir y consumir la información.