Hemos superado el ecuador de la legislatura y es un momento idóneo para hacer balance y afrontar los menos de dos años que quedan para introducirnos de nuevo en la batalla electoral.
Recabar toda la información disponible durante este tiempo resulta imprescindible para encarar los nuevos retos y preparar el camino.
Nos referíamos en post anteriores a los análisis sociales basados en la obtención y procesamiento de datos. Los líderes políticos que desarrollan su actividad en el ámbito local suelen vincular buena parte de su análisis al «impresionismo», no a la corriente pictórica, sino a las impresiones o intuiciones que, por muy inteligentes que ellas sean, dejan al azar buena parte de sus conclusiones o resultados. Un líder político no puede depender de estos elementos, únicamente, para articular un análisis riguroso de los hechos sociales o políticos.
No podremos conocer el sentir mayoritario de la ciudadanía basándonos sólo en la opinión publicada o en las manifestaciones parciales de algunos sectores especialmente activos. Vivimos en sociedades complejas, heterogéneas, de identidades diversas. Los clivajes tradicionales (recordando a los politólogos Lipset y Rokkan) están perdiendo su valor y su lugar. Las ideologías se devalúan y las creencias se deshacen. De este modo, es necesario someter cualquier cuasi evidencia a las más rigurosas pruebas de validación. Ante una sociedad de perfiles líquidos (tomando prestado el concepto a Bauman), difusa en sus planteamientos, se hace necesaria la implementación de herramientas de análisis y conocimiento dotadas de la mayor fiabilidad y el más exigente rigor.
Conocer la opinión de los ciudadanos es fundamental para que la acción política de un gobierno o de un partido sea eficaz atendiendo los problemas de las personas.
De la misma forma que ofrece las claves para la consecución de un mayor apoyo de cara a próximos procesos electorales.
La realización de encuestas de opinión ciudadana periódicas permite al gobierno local evaluar cuáles son los principales problemas o preocupaciones de los ciudadanos en el día a día, conocer su opinión acerca de los servicios públicos, saber cómo evalúan al gobierno y a la oposición local y, por último, comprobar cómo evoluciona el grado de apoyo de cada uno de los partidos.
RESUMEN
De forma resumida, éstas serían las variables que todo estudio de opinión político local debe poseer:
Calificación de la situación actual en el municipio
Calificación de la situación política en su municipio
Descripción de los principales problemas del municipio
Evolución (mejora o empeoramiento) de los principales temas del municipio: seguridad, saneamiento, movilidad urbana, transparencia…
Valoración de la gestión política del alcalde y del grupo de gobierno
Valoración de la gestión política de la oposición
Medidas de futuro. Cuáles serían las principales medidas que debería adoptar el gobierno en el futuro.
Conocimiento y valoración de los miembros de la coporación y líderes.
Medición de mensajes: deacuerdo o desacuerdo con afirmaciones que definen al gobierno y su mensaje.
Conocimiento y valoración de acciones o programas llevados por el gobierno.
Desempeño de áreas de gobierno: cultura, deportes, obras públicas, etc.
Con este estudio el gobierno local podrá diagnosticar si su labor está dirigiéndose a las necesidades expresadas por la opinión pública.
Y saber si es efectivo el trabajo del equipo de gobierno y del personal del ayuntamiento, y si es correcta la acción comunicativa del gobierno local hacia los vecinos.
Detectar oportunidades para que el gobierno local sea más eficaz en su gestión política y mejore su relación con la ciudadanía.
Comentarios recientes