10 consejos para aprovechar el potencial del video en Redes Sociales
Como os contamos anteriormente, utilizar las redes sociales se ha vuelto algo primordial para cualquier empresa, independientemente del tamaño o sector que sea. Sin embargo y a pesar de que el uso de texto e imágenes está muy extendido, todavía son pocas las empresas que utilizan los vídeos de forma recurrente.
Como os contamos anteriormente, utilizar las redes sociales se ha vuelto algo primordial para cualquier empresa, independientemente del tamaño o sector que sea. Sin embargo y a pesar de que el uso de texto e imágenes está muy extendido, todavía son pocas las empresas que utilizan los vídeos de forma recurrente.
Esta situación durará poco ya que su crecimiento es cada vez mayor, siendo las propias plataformas las que adaptan su infraestructura a explotar las ventajas que el mundo audiovisual ofrece en las RRSS:
- Las publicaciones que contienen vídeos generan 3 veces más interacción que el resto de contenido.
- Retienen durante más tiempo la atención del público.
- Ayudan al posicionamiento porque los algoritmos de Google y las redes sociales están diseñados para potenciar a este tipo de publicaciones.
- Permiten crear un contenido mucho más creativo y con una mayor libertad de formatos con los que podemos diferenciarnos más de la competencia.
- Permiten desarrollar los temas que queremos abordar de una forma más natural.
- Tienen un mayor potencial de viralización.
- Son cada vez más baratos y sencillos de producir y, además, las plataformas los potencian y les ofrecen un mayor espacio.
Aunque realizar vídeos es cada vez más sencillo, se requiere utilizar una cantidad nada desdeñable de recursos: en primer lugar, es necesaria una mayor planificación y organización del tiempo que el que puede suponer tomar una fotografía o escribir un post; y en segundo lugar es preciso contar con conocimientos específicos y condiciones técnicas.
1. Piensa antes de actuar.
Puede parecer obvio, pero nunca está de más recordar la necesidad de planificar bien cualquier contenido que pensemos introducir en nuestras redes sociales. Además de la planificación propia de un vídeo: historia, planos, planes de rodaje…tenemos que conseguir que transmita la imagen de marca que estamos desplegando en nuestras redes, consiguiendo que sirva para diferenciarnos de la competencia.
Además de que el vídeo tenga coherencia interna tiene que ser coherente con la imagen de marca que estamos desplegando en nuestras redes de forma asidua.
2. Aprende edición.
Todo vídeo necesita algo de edición. Desde unir planos para contar una historia, incluir un título, el logo de nuestra empresa o un fundido final. Por este motivo, es necesario que tengamos unas nociones básicas de como editar los vídeos.
Por suerte nunca ha sido más fácil. Aprender es sencillo en Internet y los programas de edición gratuitos son cada vez más: Movie Maker, iMovie, Filmora Go o Adobe Spark son programas que nos sirven para realizar vídeos sin tener que recurrir a los caros programas profesionales.
3. Aprovecha y conoce los vídeos de stock.
Son muchos usuarios y empresas las que no conocen la existencia de los bancos de imágenes. Se trata de un grave error ya que a través de ellos, y por un precio bastante contenido, podemos acceder a un enorme catálogo de vídeos que podemos emplear para aumentar la calidad de nuestros productos.
Algunos de estos bancos para tener en cuenta son: Shutterstock, Story Blocks, iStock o Adobe Stock.
4. El sonido diferencia un buen vídeo de uno malo.
Este es quizá el consejo más importante de todo el post, así que presta mucha atención:
Muchas veces, cuando trabajamos en vídeos, nos pasamos tanto tiempo asegurándonos que la imagen es la mejor posible que acabamos por olvidar una parte esencial: el audio.
Un vídeo que tiene una imagen “normal”, pero que destaca por un audio limpio y de calidad destacará siempre por encima de uno con la mayor calidad visual, pero con un audio que está gravado por el micrófono del teléfono.
Por esto mismo, es muy importante invertir una pequeña cantidad de dinero en un buen micrófono externo. Los hay por menos de 200€, que sirven para el teléfono o la cámara y que consiguen una excelente calidad.
5. Graba siempre en HD.
Al igual que es importante conseguir un audio de calidad, también lo es que la imagen la tenga. Por ese motivo, asegurarse de grabar en formato HD (o superior) es vital. Por suerte, esto ya no resulta un problema ya que cualquier teléfono móvil actual ofrece grabación en este formato y muchos comienzan a incorporar cámaras capaces de capturar imágenes en 4K.
Para hacer vídeos, no hay nada peor que unas transiciones entre planos mal hechas. Por regla general, cuanto más sencilla es una transición menos molesta al espectador y más efectivas son. Por este motivo hay que huir de las típicas transiciones con formas de estrella, corazón, disoluciones…Lo más efectivo es emplear cortes entre planos y, como mucho, pequeños fundidos a blanco o a negro (estos últimos, para pausar el ritmo o dar sensación de paso del tiempo).
7. Evita la oscuridad y aprende a aprovechar la luz a tu favor.
El vídeo, al igual que la fotografía, depende de la luz. Las cámaras están diseñadas para trabajar mejor con una gran cantidad de luz. Por este motivo hay que evitar en la medida de lo posible grabar los vídeos en situaciones con poca luz. Con ello aseguramos una imagen con menos grano y una mejor definición.
Al utilizar la luz es también conveniente evitar las horas centrales del día porque el sol es muy intenso y perpendicular al suelo, generando sobras en nuestros sujetos. Para aprovechar la luz y conseguir unas mejores imágenes lo más recomendable es aprovechar las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. En caso de tener que verse obligado a grabar a mediodía, lo mejor es situar lo que estamos tratando de grabar de espaldas al sol.
8. Copia lo que ya ha funcionado.
A veces, resulta una buena idea apostar por contenidos que se sabe a ciencia cierta que funcionan. Por ejemplo, los vídeos que mezclan imágenes de recurso con letras (al estilo Spanish Revolution, o Playground) continúan funcionando muy bien.
No hay nada de malo en aprovechar y adaptar para la comunicación de nuestra empresa estas tipologías de vídeo. De todas formas, una cosa es inspirarse y otra es copiar al 100%. También es importante incluir algo propio en los vídeos para asegurarnos que reflejen nuestro espíritu de marca y diferenciar nuestro contenido del resto.
9. Apórtale algo a tu audiencia.
Los vídeos en redes sociales, por las características de éstas, nunca deberían ser meros spots publicitarios como los que vemos en la televisión. Deben aportarle algún tipo de valor a nuestra audiencia y no servir sólo para hacer autobombo de nuestros productos o servicios.
Para lograr este propósito, lo recomendable es hacer vídeos que aporten algún tipo de conocimiento a los usuarios (historias sobre la marca, datos curiosos sobre el sector…) o que realicen una llamada a la acción.
10. No te cortes en grabar con el teléfono.
Hace unos años para grabar cualquier vídeo con una cierta calidad era necesario recurrir a caros equipos. En la actualidad, en cambio, cualquier teléfono móvil del mercado nos permite grabar un vídeo con una calidad más que suficiente para las redes sociales. Evidentemente, no ofrecen de momento las mismas oportunidades que las cámaras más sofisticadas, pero nos pueden sacar de un apuro.
Por último, otro problema con el que se encuentran muchos usuarios surge a la hora de elegir el formato y la resolución en los que grabar el vídeo.
La teoría que rodea a la calidad de vídeo, el formato, tamaño, códec y tipo de archivo es demasiada compleja pero, en líneas generales, podemos aconsejaros que todo lo que grabéis sea en códec h264, ya que es un estándar. Los archivos que creéis para subir a las redes sociales, a su vez, que sean MP4.
En cuanto al tamaño del vídeo, utilizamos la medición en píxeles: el primer número será siempre el número de píxeles de ancho de un vídeo y el segundo la altura, y varía de una plataforma a otra:
- En el caso de Instagram, la resolución óptima de un vídeo es de 640x640px (por lo tanto, vídeo cuadrado) con una duración de entre 3 y 60s. En cambio, en sus famosas stories, las dimensiones son 750x1334px y 10s de duración. En IGTV, la resolución será de 1080x1920px.
- Facebook recomienda que los vídeos para sus posts sean de 1200x1200px o 1200x900px y que el vídeo para la cabecera de la página tenga entre 20 y 90s y 820x321px.
- Twitter, en cambio, solo permite publicar vídeos de 1024x512px.
Como hemos descrito en este artículo, realizar vídeos para redes sociales es cada día más sencillo y permite aprovechar el actual crecimiento de este tipo de contenido. Sólo es preciso un teléfono móvil con una cámara moderna y seguir nuestros consejos para crear un contenido creativo que aumentará significativamente el valor, la interacción y el número de impactos de tus perfiles.